VIRTUDES JOSEFINAS

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Derivadas de la Misión y teniendo como ejemplo a María y José, las virtudes propias que nos caracterizan son:

 

SENCILLEZ (encuentro con Dios) Consiste en pensar, querer, decir y obrar recta y sinceramente, sin doblez ni engaño, haciendo todo con la mira puesta en Dios. Sencillez en el pensamiento, es fijar nuestra mente en Dios; en las palabras, en decir las cosas como son. En las obras, buscando siempre hacer el bien; y en el corazón, buscando siempre hacer la voluntad de Dios. (Cf. Vilaseca)

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HUMILDAD (encuentro con Dios) Esta virtud es la base de una vida santa, opuesta a la soberbia, que consiste en vivir en la verdad, nos ayuda a reconocernos como San José, criaturas insuficientes y limitadas, en dependencia amorosa con Dios, aceptando con gratitud y alegría la dignidad de ser hijos suyos para realizar la misión que nos encomiende. (Cf. Vilaseca)

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CELO POR LA EXTENSIÓN DEL REINO (encuentro con el otro) Celo viene del latín zelo que significa caliente o en ebullición, es por tanto el deseo ardiente que Dios pone en nosotros para servir y procurar la salvación de los demás, sacrificándonos hasta dar la vida por ellos a ejemplo de Jesús, María y José disponiéndonos a hacer siempre y en todo lo mejor. (Vilaseca)